miércoles, 14 de noviembre de 2007

Carta de un Revolucionario Nostálgico

Hay personas que sí lucharon alguna revolución colectiva. Y tal vez la mejor -por lo honesta y desaforada- fuera la de los estudiantes en el París del Mayo del 68´. Cuánto hemos oído de eso. Poco, sin duda. Yo conozco a alguien que estuvo allí. Alguien que se atrincheró y tomó la ciudad con los estudiantes de todo el mundo. Yo conozco a un joven que estuvo ahí junto a Daniel le Rouge. Celebraron durante 10 días la victoria. El presidente de Gaulle se refugió en Marruecos. Los muchachos se detuvieron en el parlamento, en su camino al palacio de gobierno. Todo era amor. Todo era libertad. Poesía, juramentos. Y anarquía. Y en la anarquía no existen los presidentes. Así que la casa de gobierno quedó sola, a merced de todos sus fantasmas. Mientras, como se dijo por allí, París era una fiesta. No hubo fronteras. Las mujeres se destacaron. Empezó el amor libre y justo. Se vivió el sueño de la equidad.
A los diez días, De Gaulle volvió, fortalecido. Y le pateó el culo a todo el mundo. Mi amigo fue deportado a Bulgaria. Terminó en Moscú, de donde lo deportaron también. Por que claro, qué tendrá que ver el Kremlin con el amor libre. O con la libertad de pensamiento.
Por eso me conmovió esta nota, de este peruano amigo de mi padre.
Porque parece que la vida es dorada cuando tiene un norte. Una razón de ser. Y vale la pena luchar. Y soñar. Y llegar a grande lleno de recuerdos. De los que valieron la pena.
Porque es bueno llegar a grande y tener con quién compartir la nostalgia.
Me pregunto qué será de nosotros en treinta años. Dónde estaremos. Qué haremos. Quiénes seremos.
Sea como sea, espero que estén vivos, sanos y luchando su propia Revolución Interior.

Hola
Les envió unas fotos de Montmartre adornadas con una canción de Charles Aznavour, La Boheme. Es una de las canciones que mas me gusta, me transporta a tiempos idos y vividos cuando vagaba por las calles de París, soñando con una revolución, con Vietnam, con Moscú, las calles de Ucrania, les Champs Elisees, de todo se habló... claro después fui a Moscú y no era el paraíso soñado, pero París sí, París era una fiesta como decía Hemingway..... La Bohemia me hace recordar los cuartitos donde viví, donde me invitaban los amigos para poder dormir, para tirarme una ducha de vez en cuando. Donde le regalé toda mi ropa a mi amigo Nassef, porque la maleta que cargaba era muy pesada. De vez en cuando pensaba en Jesús María. En un plato de arroz blanco con huevo frito. Pensaba en una cama y mi ropa lavadita. Tenía algunas noticias de casa. Mi mamá me escribía, un poco pero no tan preocupada, porque decía que ella sabía que yo al final iba a salir bien de toda esa aventura europea. Claro no sabía que me había ido a vagar hasta Korea, Bulgaria, Belin Este, Hungría, Yugoslavia y otros lugares prohibidos... La Boheme me transporta. Bueno, recordemos a la madre en el día en que se conmemora su muerte, recordémosla como siempre, viva, alegre, siempre queriéndonos no solo a sus hijos sino a todo el mundo. El sol está que brilla en Chacla, la presión es alta y yo estoy escuchando a Mozart. Lo único que me faltaría es un buen ceviche y algo de vino blanco helado, algún familiar, algún amigo y sin pedir demasiado... ganarme la tinka para poder operarme sin hacer cola.... Bueno chicos nos vemos. Saludos melancólicos, TOORU.

No hay comentarios: