sábado, 27 de marzo de 2010

Amo Kojudópolis

Y a ustedes, Kojudopólitans de mi alma.
Me he pasado la mañana leyendo el blog, desde el inicio... y sus koments...son geniales...
Gracias... ;)
XXX

jueves, 18 de marzo de 2010

La Mota - Peligro Peludo

La Mota, es un perro. Ocho kilos de furia. Es peludito, pero tenaz. Su aspecto suavil no lo amedrenta ya que carece de espejo. Me lo encontré en la calle. Después de un ensayo. Estaba debajo de una escalera. Pensé que era un waipe. Pero luego, con el rabo del ojo, ví que temblaba. Temblaba. Está vivo ese waipe o allí hay una rata. Me acerco. Era un perrito. Un perrito pequeño y carachentífero, casi sin pelo de la sarna. Estaba hecho leña y parecía enfermo. Era mayo. Un mayo frío. Se va a morir, este perro, pensé. Le pregunté a mi hermano y colega, el Chechelev, si no tenía nada para darle de comer. El cheche sacó estofadito de pollo de la abuela, calientito, buenazo. Pero el perrito, nada. Ni bola. Agachó su carita triste y la escondió en los abismos de su axila. Su pequeño gesto me hizo recordar a muchos amigos en momentos tristes, a mi misma, a mi mamá. Uy, pensé. Este perrito se va a morir. Levanté su carita con cuidado, por si acaso me mordiera, dicen que los perritos chiquitos son mordelones. Este, en cambio, primero apoyó su cabecita en mi mano cuando busqué su cara. Casi me parecía que no quería que se la viera, tal vez se sentía feo. A verte, le digo. Y cuando se dejó ver ví toda su caracha, toda su piel viva y de pronto, allí y a la vez escondidos, dos ojitos preciosos, vivaces, llenos de inteligencia y ternura, como dos ojitos de ratón bebé. Me conmovió mucho su mirada. Suertudo, le dije. Eres un suertudo.
No podía llevármelo a casa, por que estábamos a punto de hacer un viaje largo a Francia, actuando. Pero pensé en llevarlo a la veterinaria, invertir plata que no tenía, curarlo y luego dejarlo en algún centro de cuidado de animales. No tenía familia. Vivía buenamente arrimada en casa de mi mejor amiga, que es alérgica a las pulgas, a los ácaros, a los líquenes y a los malos hombres. Yo ya había tenido gatos y perros y tortugas y había tenido que vivir perderlos. Todavía era hija de la peor de las noches, ¿qué me hacía con un perro? Imposible.
Pero cuando llegamos a la veterinaria pasó algo especial. Yo estaba sentada esperando mi turno, con mi perrito envuelto en una colcha vieja. El no se movía. Parecía no respirar. En todo ese rato no lo había escuchado ni una vez ladrar. Estaba escondido en mi oscuridad y allí durmió desde que lo recogí bajo la escalera. Entonces entró a la veterinaria una señora joven, con una perra boxer. Linda, juguetona. Se acercó a mí para saludarme. Y entonces apareció la fiera. Los ocho kilos dormidos despertaron de un brinco loco, pensé que le estaba dando un ataque de epilepsia, que le había dado un calambre o que le estaba chancando una patita, pero no, era la Mota, era mi Mota, manifestándo su poderío, defendiéndome. Protegiéndome de lo que él consideraba un agresor mortal. Y estaba exponiendo su mini vida, por mí. Por mí.
Perrito..., pensé. Y creí sentir todo lo que había vivido en la calle. La veterinaria me lo confirmó. Este perrito es de casa, me dijo. Mira: su pelo ha sido cortado hace algunos meses. Se ha perdido, seguro. Y luego de examinarlo me dijo: tu perro sólo tiene caracha y pena. Para lo primero le podemos poner una inyección. ¿Estás segura que es sólo pena?, le pregunto. El perrito parecía tan débil, tan enfermo. Parecía que sufría de algo terminal. No, me dijo ella. Es sólo pena. Sólo pena.
Mi hermana del alma, Syl, me permitió llegar con el can- hasta ese momento sin nombre- a su casa. ...¡Ay, amiga!, me dijo cuándo lo vió. Ella y yo hemos recogido antes animalitos, antes de sus alergias. No tuve ni que pedírselo por favor. Creo que ella, mejor que nadie, comprendía la magnitud de mi soledad. Hizo un gran sacrificio - por que su hijita, mi Pauli, también es alérgica y espero desarrolle una oportuna alergia al último ítem- y el perrito se quedó conmigo. Esa semana el perrito sin nombre no ladró ni una vez. A veces se olvidaban de que había un perrito allí. Dormía y dormía. Y me esperaba para acurrucarse en mis abismos. Un día, mi sobrina, sabia, vino y me dijo, Sabes tía, a tu perrito le falta jugar. ¿Puedo llevarlo al parque? Después de darle los tres millones de recomendaciones y que cuidado con los pitbulls, y que si viene uno cargas al perro, no mejor no, no te vaya a morder a tí, pero tampoco corras, y ten cuidado con las motos que el perro sale corriendo detrás de ellas y etc., se fueron. Cuando regresaron, mi perrito era otro. Movía la colita, y ladraba y hacía arrr y recién noté que era súper ágil y rápido... Sonreía.
Desde entonces me ha acompañado a todas partes. Le creció un hermoso y suave pelo blanco y hippie. Un día me dí cuenta de que tenía miedo de que no volviera y le dije: A donde vaya yo vas tú. Tú y yo vamos juntos.
Un gran amigo y colega, que estaba allí cuando lo encontre, cuya casual chapa es El Perro, me dijo, Y, ¿cómo vas a llamar a tu perro? Yo había pensado en Suertudito, Lucky o su versión en quechua. Y él me dijo, ponle David, para que se enfrente a los Goliats de tu casa y salga bien parado... me dió mucha risa y le puse David La Mota, sin pensar que era nombre de gente, sin pensar que era un nombre bíblico, sin pensar que mis perros grandes, en efecto un día lo iban a agarrar.
La Mota tiene un problema con los perros grandes. Antes, también tenía un problema con las motos, y caminaba chuequito. Creo que una moto lo había agarrado. Y con los perros grandes... pues qué le habrá pasado, pero no los puede ver. Y se pone liso como si él fuera un rottweiler. Encuentra a los gran daneses dormidos, echados. Pasa, levanta la pata y los mea. Disrespectful! Cómo va a ser! Perrito caradura! Y así, con esa actitud, ya lo ha mordido un siberiano enorme - a medio centímetro de la yugular-, el macho alfa de los gran daneses de mi casa - a un centímetro del pulmón-, y ahora, este lunes pasado, lo agarraron los seis machos gran daneses. Los seis, por que hay una perra en celo. Yo he estado a tres segundos de mi perro, y aún así le han hecho cinco cortes inmensos, inverosímiles. Mi perrito está todo chuceado y parece el perro del extraño mundo de jack, o la mascota del Cadáver de la Novia.
Pero ya mueve el rabo. Ya quiere correr. Ya quiere vengarse. Pierde el tiempo de paseo fisiológico para buscar a los perros grandes en el aire, olfatearlos, rabiar. Algo raro pasaba con su quijadita, pensamos que eran los golpazos y el esfuerzo. Pero el ataque ha sido hace una semana y el perrito se sigue quejando cuando lo fuerzo a tomar su antibiótico. Lo llevo ayer a la veterinaria de nuevo. Lo chequea la doctora. No lo puedo creer, dice. Ha estado comiendo? Sí. Y no se ha quejado? No, sólo con lo de las pepas. Tiene la mandíbula rota... pobrecito...
Mi perrito de ocho kilos. Ocho kilos de amor y furia. Cuando llegué a casa se lo conté a mi confidente, el papá de mi hija, y me dijo lo mismo que la doctora, no lo puedo creer, cómo es posible que haya aguantado tanto, que esté comiendo...
Y se me salió desde adentro, desde el centro de mi corazón, desde ese mismo flujo que me hizo recogerlo y reconocer a la semana que la suertuda había sido yo, Es que es mi perro.
*
Es mi perro.
*
Esta tarde le operan la mandíbula. Tengo miedo porque está todavía débil, con antibióticos por los chavetazos, perdió mucha sangre, ese día llegó con la lengua blanca al doctor... pero ese perrito... va a resistir... por puro terco, por puras ganas de seguir jugando, por puro soñar con la playa, por puro volver a verme, a acompañarme, a protegerme...
Ese pequeño perrito, que un día me enseñará el camino al otro mundo, esta vez la va a hacer. Lo va a lograr.

La va a volver a hacer.
La va a hacer.
La hace.

Gracias.

viernes, 5 de marzo de 2010

Bienvenidos a la maravillosa ciudad de Lima... genial!


Este video es lo máximo!!
Es un jefe de cabina de Taca Perú dando la bienvenida a nuestra ciudad... es sencillamente genial! :)
Si estás en casa te vas a morir de risa.
Si estás lejos, saca pañuelo.
Si no nos conoces, ¡así nos vas conociendo!

Annoying orange

Es mi voz !!!



Estoy muy emocionada de haber representado tal vez el personaje más duro y complejo de mi carrera actoral: La tijera.
Gracias.