martes, 29 de abril de 2008

Adiós Buenos Aires, por ahora

Hay varios que ya lo leyeron, no me parece tan bueno como estilo pero me gusta el contenido.
Viva Sarah !!!

Sarah Hellen, la santa mujer vampiro
Febrero 18, 2008 - Perú

Antes que nada, deben saber que todo en esta historia es real, incluso sus especulaciones. Todo peruano sabe quién es Sarah Hellen, la mujer vampiro.

Existe un lugar en Sudamérica que tiene nombre de aguardiente: la ciudad de Pisco.

Allí llegó hace 110 años una bellísima mujer, muerta hacía meses, acompañada por su esposo. El señor, adelgazado y afligido por la muerte y los meses de sal, hizo un depósito de dinero a la autoridad del puerto antes de preguntar si podía y dónde enterrar a su esposa. Después de lo cual se dirigió al cementerio, a darle -por fin- sepultura a la navegante.
Cuentan que Pisco, tierra de temblores, tembló esa mañana como tantas otras, trastabillaron los pocos que ayudaban al extranjero misterioso a enterrar a su mujer . Y el destino que perseguía a Sarah se reveló una vez más. Una mujer bellísima, pelirroja, pálida como la porcelana, fresca como dormida, asomó desde el ataúd y miró a los hombres desde sus verdes ojos muertos. Rabia, mar, miedo. Los hombres salieron corriendo, anunciando que había llegado a la ciudad la esposa de Drácula .
Cuentan que John Roberts, su esposo, la tuvo que enterrar con sus propias manos. Luego mandó a hacer una lápida sencilla que rezaba como un conjuro de protección contra la soledad y los apuros de la nostalgia Sarah Hellen, beloved wife. Al día siguiente, partió para no volver a ser visto jamás en el puerto perdido de la ciudad de Pisco, en el Perú, en la salvaje Latinoamérica.
Mr. Roberts, al igual que su esposa, era natural de Blackburn (Quemadura Negra), Inglaterra. Era el inicio del 1900 , y el catolicismo asolaba el continente. Sarah era distinguida por su belleza y cualidades en el silencio y la observación de las cosas más pequeñas, lo que la hizo conocedora de hierbas y raíces. Todo el pueblo se había beneficiado en algún momento de su ignorante sabiduría. Todos habían bebido algún té que los salvara de las urgencias estomacales, o habían olido alguna hierba que disipara, como por arte de magia, el dolor menstrual de las mujeres. Lo que no quedó registrado fue el detonante. En qué momento el pueblo, antes pacífico con la mujer, se giró en contra de ella con la ferocidad que sólo generan el fanatismo y la superioridad numérica. Fue acusada de bruja. Y muerta por linchamiento. Nada pudieron las súplicas desesperadas del esposo que la acompañara luego en su exilio en alta mar.
Pero Sarah, al ver la hipocresía de las víboras que ella misma había curado y que ahora la mordían a muerte, hizo un alto en su martirio. Y juró en voz alta:



Pueblo maldito, yo volveré un día en cien años, y no tendré paz hasta vengarme de cada uno de ustedes.

Esto fue demasiado.

Indignados, pueblerinos y autoridades prohibieron a los familiares de la atrevida demoníaca enterrarla en ningún punto de Inglaterra. No era el fin del mundo, la enterrarían en Francia. Pero al llegar allá, se encontraron con un pueblo que los rechazaba terminantemente, que no permitiría a la hereje poner una sola tabla en esas tierras bendecidas por el señor. La fama de Sara los precedía. Y fue así como comenzó la travesía de la bruja muerta y su esposo en alta mar, Mar de Nadie, hacia cualquier lugar que les permitiera tener una sepultura cristiana.
España no la quiso, naturalmente. Tampoco Portugal. No tenía sentido seguir intentando en Europa. La noticia de la bella bruja vengativa había corrido por todo el territorio, había mutado en diferentes lenguas y ya todos los puertos estaban advertidos. Habría que cruzar el mar.
***

Sin embargo, en Venezuela no los aceptaron. Tampoco en las Guyanas o en Surinam, lugares tan remotos para John como para los mismos latinoamericanos. Ni siquiera en Brasil pudo enterrar a su solitaria esposa. Tampoco en Uruguay, ni en la vasta Argentina. Hubo que cruzar el mar imposible de Magallanes. Pero en Chile ya estaban advertidos, y como gente seria que son sus carabineros, les indicaron que de ninguna manera, señor, llévese usted a su señora al Perú a ver si tiene suerte, total, esa es tierra de brujos, púh.

Tierra de Brujos. Era verdad. Lo había oído alguna vez. Perú.

Llegó así al puerto de Pisco. Habría de desaparecer discretamente al atardecer del día siguiente. Nadie lo vio despedirse de esa mujer a la que había amado tanto que la había acompañado en la muerte hasta el fin del mundo, no fuera a sentirse sola o perderse por ahí. En la tarde gris ajustó su chalina, sintió soltarse las amarras y miró el horizonte helado, sin volver la cabeza atrás.
La que se quedó sentada a la orilla de la tumba de Sara Hellen, fue la leyenda de su osadía. No se sabe cómo, el pueblo de Pisco, perdido de la mano de Dios, se enteró de la oscura travesía de la hermosa extranjera muerta y de su esposo que, como alma en pena, la había acompañado a donde el Diablo perdió el poncho, como se dice por estas tierras, para enterrarla. También supieron de su amenaza de volver en cien años. Tal vez la historia corrió con los hombres que escaparon durante el temblor al ver el cuerpo inmaculado , el cabello de fuego saludando desde el féretro transoceánico.

El asunto es que Pisco nunca la olvidó.

Nunca.

Pasaron cien años. Su historia se trastocó un poco. Se dijo que era la amante del Diablo. Que la habían visto deambulando a orillas de la carretera, con un vestido blanco. Que engañaba a los conductores. Que los hechizaba para dormirlos. Que la habían visto volando sobre el cementerio en las noches de luna para luego desaparecer en gases verdes. Y los hijos de los hijos de los pisqueños que vivieron el temblor que descubrió a Sara en el cementerio cien años antes, la esperaron sin chistar cien años después, estaca en mano, en la puerta de su tumba.

Todo el pueblo esperó a Sara Hellen resucitar esa noche en el cementerio. El gobierno de turno, corruptísimo y tirano, aprovechó inteligentemente el suceso y enviaron camiones de prensa al lugar de los hechos, creando una de las más grandes cortinas de humo de la historia. La vigilia por la Mujer de Drácula fue vista en el mundo entero. Todos los brujos del país y varios otros que viajaron desde Bolivia y Ecuador realizaron ante los ojos alucinados del mundo sus danzas y rituales cargados de ajos y estampitas, escupiendo aguardientes en lenguas olvidadas, con el fin de mantener a la muerta bien muerta y dentro de su caja.
Curiosamente, pasó la noche y Sara Hellen no salió de su tumba. Los brujos confirmaron con ello la eficacia de sus rituales protectores contra las mujeres vampiro. El pueblo, por primera vez, comenzó a olvidarla.

Pasaron diez años más.

El año pasado, el mismo tirano que la había utilizado para desviar la atención de los horrendos crímenes cometidos durante su mandato, cayó preso en Chile, pedido por la INTERPOL. En esos días, un terremoto terrible azotó el Perú. Este no fue un temblor. Fue un gran terremoto. Su epicentro fue en el mar, en las costas de Pisco. La ciudad entera se desplomó. Las antiguas construcciones de adobe, clásicas coloniales, crujieron y colapsaron. Muchísima gente murió. Incluso en el cementerio los muertos parecían morirse de nuevo, por que se rajaron toditos los largos pabellones centenarios, dejando a los muertitos expuestos a la impúdica desnudez de la modernidad. Llegaron las cámaras para confirmar el desastre en el camposanto. Alguien ya corría con la noticia. Blanca, inmaculada, incólume. La tumba de la mujer vampiro, Sara Hellen, está intacta. La única que quedó intacta.

Y así, Sara ha vuelto al imaginario popular. Pero ya no se la ve cual jinetera ectoplásmica en periplos de carretera. Ni tampoco se la espera en la puerta de su última morada por si acaso se levante para agarrarla a garrotazos. Ahora hay pequeñas plaquitas que, discretas, la acompañan. Gracias Sarita, por el milagro concedido. Muchas Gracias Sara Hellen, por curar a mi hijito. O simplemente, Gracias, Sara. Para la gente del pueblo de Pisco, tierra de temblores y aguardiente, la pureza del sepulcro es suficiente prueba de que la mujer repudiada de los mares sea digna de confianza y veneración. Y qué mayor prueba de bondad de la santa sino la devoción de su esposo, que habiéndola podido dejar abandonada a los tiburones en las profundidades del mar de nadie, la trajo hasta el fin del mundo para que pudiera descansar. A un pueblo acostumbrado a los brujos y amante de las mujeres bonitas. Un pueblo gentil con los extranjeros que por pobre sabe ofrecer una segunda oportunidad.

A este paso, Sarita Hellen un día será la santa patrona de Pisco.

Y tal vez la santa mujer vampiro los proteja de verdad, por ser el único pueblo que la supo amar.

(Enviado por: K.)

sábado, 12 de abril de 2008

Memorias del Tuc y del Tiempo de la Kontra, I.

Empecé a enseñar en el conservatorio. Suena súper, ah? Conservatorio de iniciación actoral. Encima enseño actuación ahí. Estilos 1. Comedia del arte y teatro griego. Esa koche. Esto es algo que siempre quise hacer, y me gusta muchísimo.

Para mí, una escuela de teatro, es una suerte de Hogwarts. Ok, si sólo has visto las películas de la Rowling, te estás perdiendo de vivir un clásico de la literatura contemporánea. Al menos un mega best seller. La Sherloc Holmes de nuestra generación. La Julio Verne. En fin. Hogwarts es una escuela de magia. Un castillo con corredores secretos. Con bosque encantados. Con tesoros escondidos por los miembros de la institución y otros, escondidos por alumnos. Hace siglos o hace sólo pocos minutos por algún ente discreto. Nunca sabes quién es quién, y sin embargo haces amigos. De los mejores. Cualquier puerta esconde un día una sala vacía, otro día es la puerta a otra era, o a otro país, o a la boca de un moustruo. Tal cual una escuela de teatro.


Yuyachkani, Amarcord. Significan yo recuerdo.


La casona del TUC en el Jirón Camaná, es hoy un buque a medio hundir. Terminémosla. En las playas del olvido. Tiene el mismo aspecto que cualquier casa abandonada, pero un orden misterioso le da mas bien el aire de un manicomio. Abandonado. O tal vez los locos están comiendo en alguna otra sala , en una de esas que aparecen después de que abres una de esas puertas de las que te hablé. Con don Teo y Michita, por ejemplo, que ya pasaron a mejor vida y seguro siguen allí al fondo cocinando sus aguaditos de molleja y apio, tan horribles, tan de viejo, tan llenos de desamor. Pero son sólo aparencias. Es que ya están viejitos, y se les acabó la ilusión para gastar en la comida. Se sabe que Michita además nunca conoció las delicias del los hombres y siempre cocinó así, un poco desabrido. Pero ella es un sol, pequeñita, enjuta, rota y hongueada como cualquier cosa que vive en el centro más de diez años. Imaginate ella. Cuántos tendrá. Pequeñita como sus perritos de aguas, tuertos de cólera. Don Teo, su hermano, lleva la cuenta de los locos del olvido. Apunta en sus papelitos. En su agendita. En todos lados apunta don Teo y ata con liguitas. Últimamente, se le pierde todo, las ideas, las memorias. Yo estuve en Europa! Fuí en exitazo... cuándo? Cuándo fué, cuándo... Terminaste mamita, no importa hijita, tu tranquila, tú me pagas cuando puedas. Don Teíto chamullo, después me estabas cobrando como a cualquier mortal. Así como les cobras ahora a los loquitos imaginarios. Bisnes son bisnes.

El cuartito que era la cafetería quedaba ad portas del lugar más misterioso del antiguo Tuc, el Pozo. El cuarto del fondo del pasadizo abierto de la casona. Elevado del resto de la casa. Había que subir unas escaleras hacia él porque ése salón había sido construído después, muchos años después sobre lo que originalmente había sido el pozo de la casa. El pozo estaba ahí debajo. Se decía, que el pozo era maldito por que ahí se caía la gente. Otros descartaban la maldición y lo atribuían a que en el tiempo de los chilenos se había enterrado gente allí. Y hay quienes dicen que también antes y después. Lo cierto, es que el pozo emanaba una energía rara, un silencio extraño en el corazón de Lima. Un cardiólogo dijo un soplo. El pozo era súper especial. Lo percibías desde la primera vez que entrabas ahí. El techo era medio traicionero y en invierno hacía mucho frío y en verano era el Viet cong. El suelo era de cemento pulido. Todo estaba pintado de negro. Todo negro como el teatro, como el olvido. Allí estaba también el salón donde guardaban el vestuario, éter de veintipico años. Todo llamaba al misterio en esa esquina de la casa. Allí se entrenaba a muerte y se aprendía a morir, literalmente. Era importante comprender eso para actuar, la muerte. Por que en la conciencia de ella está la fuerza del coraje para la vida. Se pensaba mucho en la muerte en el Pozo. Se la nombraba y definitivamente, se conversaba con los muertos. Incluso los más escépticos tenían una historia que contar. El pozo estaba vivo, poseído, o algo. Tenía historia, latía y mutaba. Tal cual un buen actor en escena.

Esta era la zona manga de la casa. Luego de seguir el corredor a techo abierto llegabas por un lado a los baños y por otro a un pequeño solar donde estaba el salón de danza, la biblioteca, otros baños, el salón de música y el escenario. En ese patio nos tirábamos agotados, destruídos, deshidratados y felices a morir mirando el cielo azul con sus nubes vagas y sus gallinazos vaguísimos volando en círculos sobre nosotros. En círculos también bajó volando hasta abajo cerquita cerquita un helicóptero en el tiempo de fujirata, un compañero tuvo la teatral idea de dejar 17 rosas rojas en la tumba de los caídos en la toma de la embajada de japón, creo que catorce por los terrucos y tres por los civiles y lo quisieron meter preso. Y se dió a la fuga. Fué noticia en su tiempo. Y bajaron helicópteros en círculos al patio para que los viéramos, y tomában fotos, así de cerca estaban. Nosotros hicimos pichulitas al helicóptero a pesar de lo de Maritza Garrido Lecca (Profesora de ballet del Tuc de la cúpula de Sendero ) por lo que tal vez nos tenían tan vigiladitos. Nosotros, en respuesta, fundamos el CGP, Cuidado Gente de Paz,e íbamos a molestar a todas las marchas. A veces estábamos en clase, esperábamos la hora de la marcha y nos retirábamos para marchar. Siempre era a pocas cuadras. Lo hacíamos en clases teóricas o en la clase de música, por que el profe Delucchi era demasiado sabio y sabía bien que el arte no es sólo salón y encierro. A veces daba lo mismo, porque se metía el humo de las bombas lacrimógenas a los salones y había que salir corriendo a mojar trapitos en agua y respirar así y sólo así. Mejor era respirarlo con justa razón protestando en la calle por un Perú sin cortinas de humo.

Al tirano lo bajamos nosotros, los estudiantes, la calle, los humanistas, los que seguían su intuición y buscaban la verdad. Que lindo creer eso. Total ya cuando uno es fantasma ya no importa tanto cómo fué la historia.

miércoles, 9 de abril de 2008

Como si tuviera 7 miedo de mi

Ya lo sabía hace tiempo. Ya había recibido la noticia antes y siempre mirando en tus ojos, para ver si es verdad, para saber que es una broma, pero no tus ojos castaños ahí como siempre, sosteniendo todas las verdades. La verdad es que cada vez que lo confirmábamos era el mismo pánico, la sensación de desamparo A dónde te vas cómo que te vas te vas vas a estar mejor si vas a estar mejor, pero vuelves, siempre vuelves y ahora podemos hablar horas no es como antes, si, no es como antes....
Como antes, como cuando tomabamos termos enteros de café para morir de no sé que infarto a la cafeína, como antes como antes el aeropuerto te vas te fuiste te vas con todo el barrio con toda la noche con mi sobrina tu casa mi casa te vas y Lima ya nunca más la misma nunca más te fuiste con su neblina con todos sus malecones con todos los poetas que se desangran en las esquinas te fuiste silvita más allá del polvo y el presente te fuiste
Y es que me venían cantando con que te ibas con que te ibas, yo sabía que te ibas , tal vez en años pero te irías por que mamá Cati que todo lo sabe hacer hasta coser almas lo estaba preparando todo por tu bien hijita por tu bien gracias mamá Cati gracias chocolate con leche noche fría mamá en huelga enferma enferma gracias mamá Cati gracias casa amiga gracias Silvia gracias Paula gracias por que me enseñan que las mujeres son buenas y son sabias y viven en manadas y así se curan y avanzan gracias gracias gracias
Soy cobarde cobarde no te ví no te ví no pude me pregunto si seré igual mañana con las cosas serias y si seré capáz de abandonarte solo por no ver mi propia pena miedo de mi
Trato de escribir y no puedo no hay palabras no hay. Siempre hay teléfonos una tarjetita y hablas horas hablas horas con tu hermana tu amiga tu hermana todo está bien está cerca Miami es cerca te trepas a una chapita y llegas es aquí nomás vas y vuelves los aviones no se caen cuando vienen de USA. Tu tienes documentos no te persiguen los perros en las fronteras tu te vas tu te vas con tu familia protegida a la tierra de la oportunidad y el absurdo
No dudo de que estarás bien. Estarás bien estarás mejor que nunca. Soy bruja no te olvides haces bien. Es solo el loco calato que dejas aquí andando sin malecones sin niebla cada día más disuelto se va mi loco se pierde adiós noche adiós casa en chama adiós etapa adiós.

Todo va a estar bien.
Todo va a estar bien.

Todo
va
a
estar
bien
.

PD: Si alguien conoce de boletos baratos y seguros a Miami, q avise por favor.

viernes, 4 de abril de 2008

Para encajar en Asia

Para información de los lectores internacionales, no estamos hablando del continente de oriente sino de un minúsculo grupo de playitas al sur de Lima donde veranean los que gobiernan y gobernarán el país. Y sus babies de todo tipo, hijos, amantes , perros y juguetes. He descubierto ciertos códigos sociales que Ud. no debe equivocar en caso de querer encajar en esta cazuela de poder y apariencia.

1ro.
El tráfico.
A ver si nos entendemos. Nada de clásicos. Su auto tiene que ser moderno. Caro. Muy rápido y con air bag porque ya sabes lo que es la carretera al sur. Tiene que contar mínimo con Rimac seguros, o seguros Pacífico, para que cualquier cosa vengan rapidito a encontrarlo.
Si es hombre, la cosa es simple. Camioneta. Enorme. De hombre. No va a ser tan cojudo y comprarse una de mujer. Si prefiere un sedán, mínimo, debe ser un Audi, un Mercedes, un BMW. Repito: del año. Especialmente con lo de los BMVs. No se vaya a aparecer con uno de esos que dan vueltas todavía en Lima, de los 80s - horror - y con una sonrisa triunfal en la cara. No sea kojudo.
Si es mujer, nada de sedanes. Qué cosa. Una es frágil, activa, fuerte a la vez, moderna, atareadísima y cornuda. Camionetita. Super chic. Todo terreno en tacos. Fundamental, lentes oscuros. Ud no desea que esos misios asquerosos, cholos y cholas envidiosos y horribles encuentren su mirada. Importante: Aprenda el gesto de aj- que - harta - estoy - de - todo - lo - que - me - rodea- en - este- momento- traiganme- un bayleys frappé. Maneje como si trabajara para Heidi Fleiss. Queda asolutamente sobreentendido el uso y abuso de el aire acondicionado y un equipo de alta fidelidad. Ud. JAMAS escuchará radio. Bajo ninguna circunstancia. Si es Ud. profesional , tras un desastre, nada de RPP. Tomará Ud. su blueberry e ingresará a internet para saber que dicen las cadenas internacionales del asunto.
Si es Ud. platuda nada más, llamará a papá, o a su esposo.

Como sea, y bajo cualquier circunstancia, sobre todo en las más adversas, maneje Ud. como una bestia. Aprenda a considerar - de una vez- que todos esos seres que, inevitablemente comparten la calzada con Ud. son llamas. No importa el color o condición social. Si no tiene un auto como el suyo es un pobre diablo que debe por lógica y conseciencia, cederle el paso. Además se trata de alguien a quien Ud. Jamás voverá a ver. Las combis pueden atropellar gente y no les pasa nada, pero cuando los chocan tienen que pagar su camioneta, así que tambien ellos tienen claro que deben cederle el paso. Que no lo vean cediendo el paso a los de a pie. Nadie querrá hacer negocios con Ud.
Si se encuentra con otro auto fino, del año o no, o peor aun, una camioneta de las de su clase, acelere. Cierre. Esquive. Trépese la berma.- Cualquier cosa con tal de no terminar lado a lado en el siguiente semáforo. Recuerde, Ud. está siempre un paso más allá.

Si es Ud. Una fémina, sea histérica, los demás verán en su gesto, en la altura de su camioneta y en sus lunas cerradas lo inaccesible que es Ud. al resto de mortales. Eso le dará clase. A partir del peaje de Pucusana puede ud bajar las lunas si quiere. Incluso, sonreir.

Importante
Por favor, si no la tiene aun, consígase una amante YA. Mínimo 10 años menor que su esposa. Flaquita. Chibola. Si no se puede o , peror aún, le gustan mayores, debe Ud. conseguirse una sumamente atractiva. De ninguna manera una que no lo sea, ni joven ni vieja (35). Prohibido enamorarse de la amante, dejar que la amante o la esposa armen escándalos, prohibido perderlo todo en el divorcio!!! Ojo con esto. Será difícil reingresar al medio después de una desplumada femenina.

2do.
Vestuario de día de campo
Si lo invitan a un día campestre, no la cague: jean (Azul)finísimo y carísimo y blusa, camisa o polo blanco. No la cague con zapatos negros. Mujeres: nada demasiado apretado, o será tarde o temprano considerada una bataclana, y luego ya no importará que traiga Ud. puesto porque llevará para el resto siempre encima los escotes excesivos, las lentejuelas, los senos de hooters y revolcón en el pasadiso. Nada de mariage con Ud. Ojo con esto. No se juegue el futuro por una tanga de verano.

Seguiré investigando el campo.
Próximas indicaciones.
Cualquier duda sobre gustos musicales, contáctenos en
http://www.pobrediablo.com/


Hasta pronto.

martes, 1 de abril de 2008

Encontré esto en internet

No lo había visto nunca antes. Es del grupo Angeldemonio. El que entiende, que entienda. Me gustó mucho.