viernes, 29 de octubre de 2010

Malestar o acerca de Ser Prisionera del Mautilus

Leyó Ud. correctamente. Mautilus. El Mautilus es una suerte de Nautilus materno. Un lugar en el que la mayoría de mujeres somos prisioneras durante - dependiendo de la química de cada cuerpo- cinco, diez, quince días al mes. El encierro natural, el viaje submarino mensual titulado SPM. Los días más brutos de la vida de una fémina. Sus días más salvajes. Sus abismos más hondos. Y esa sensación constante, ese deseo de perderse una en el fondo del mar. Donde todo es verde. Donde nada duele. Donde todo es curado por algas magníficas y frías temperaturas que nos mantienen libres, lejanas a la podredumbre de la emoción y sus calores.
Hoy sábado emitirán en RPP (y también el domingo) Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino, de nuestro pata Verne. Más pata de V. Llosa y de A. q mío, pero allí vamos. Mi amigo A. - que es digno de tal letra- me invitó a escribir el guión, la versión para radio de la novela original. Eso es lo que se emitirá el sábado y el domingo. La versión de mi guión de radio grabada, actuada, musicalizada, el viaje a bordo del Nautilus donde fuera prisionero el profesor Pierre Aronnax.
Dos semanas me tomó escribirlo. Ya estaba el guión prácticamente completo. Pero no podía. No podía terminarlo. No sabía por qué. Sencillamente no podía, como cuando acercas demasiado dos imánes de igual polaridad. Demoraba el final. Podía cerrar uno simple, sin mayores complicaciones, pero uno no puede cerrar uno simple, porque uno no es uno simple. Uno es más complicado que el sistema de flotación del Nautilus. Uno es un laberinto. Uno es el fondo del mar. Así que nada, amigo A. disculpe Ud. pero mire aquí le muestro el avance no se diga que una es una floja pero verá, lejos estoy del final. Me parece que estoy lejos yo. Me disculpa un tantito, pero creo que estoy en esos días en que la química de mi cuerpo me secuestra, me disculpa pero creo que ya soy prisionera, le juro que desearía estar con Ud. en tierra firme y presentarle un final decente de una vez por todas de este guión del cacho, pero sabe, estoy sumergida, no soy ya dueña de la voluntad de mi humor o de la lógica de mi razón, intento no naufragar no se preocupe Ud. sabe que es un tratamiento de rutina, nada más, mensual, quincenal, constante. Quisiera, pero en este instante no puedo, describirle, descifrarle, las características de este evento que me sumerge en los más fríos abismos de los que parece jamás podré escapar- aunque dicen , es ése uno de los regalos de la vejez- . Lamento mi ausencia de mí, y esta tendencia detestable a buscar las orillas como los pájaros ya muertos para siempre de amor se estrellan en las lunas, buscar las orillas del mar para entrar hasta sambullirme y es entonces, es entonces que me crecen braquias, maestro, es entonces que una membrana fina cubre mis ojos y es cuando me deslizo me pierdo para siempre durante días plateada de pena. Busco. No sé qué pero busco. Ya no me pregunto qué busco. Sólo agradezco cuando algo encuentro. Y así me doy cuenta. Ya sé porqué no puedo terminar este guión de michi que me tiene quemándome las pestañas. Por que yo voy a bordo de esa nave. Conozco bien a ese capitán alegre y curioso, como al sombrío y desgarrado vengador. No puedo despedirme de Nemo. Porque yo soy Nemo. Yo estoy allí, a bordo de esa nave de extraña fosforecencia, que en algún momento tomaron por un animal. Yo soy eso. Soy todo ese cuerpo. Soy el remolino final, donde confluyen todos los mares, he muerto en el Maelstrom más de una vez. Dicen haberme visto en los mares septentrionales del Pacífico. En estos días en los que soy prisionera de mí soy capaz de ver maravillas, la Atlántida, bosques de coral, especies sobrenaturales, cosas que no podría captar de no estar en el silencio natural del fondo del mar. Veo todo. Incluso lo que no deseo ver. No hay manera de escapar de aquí. Sólo esperar que llegue el momento indicado y... volver a saltar a tierra. En eso, se parece más a los secuestros alienígenas que a otra cosa lo del SPM, por lo de su inmediatez a la hora de ir y venir. De pronto está una bien, de pronto záz, ya estás con zapatos de plomo y escafandras recorriendo el lecho marino. Ojo varón, para que se desasne y no rebuzne cuando se comunique con una fémina con seguras intenciones copulativas, los días del SPM son PM, es decir, son los días anteriores, los días pre- Drácula. Los días del Conde son un paseo en los campos Elíseos a comparación del Gran Dolor. La Gran Paga. La Megatristeza Cósmica Previa.
Habrán notado que desapareció el último post. Kojudópolis es también un poco un submarino (o un sumbarino? ;))
A veces se le ve, a veces desaparece en altamar.