Año Nuevo, Kostumbres Nuevas.

Muy amados Kojudopólitans:
Antes que nada espero que hayan pasado todos un fin de año espectacular y que ya no se encuentren con resaca.
Dicho esto, komuniko que he aplicado la moderación de koments en nuestra benemérita cybercity, haciendo efectiva con esta medida el Choteo Oficial de Kojudópolis de los Cyberhígados Faltosos. Es una medida radical de la que no soy muy partidaria, pero es una medida a pedido del Kojudopólitan fiel, del Hombre / Dama de espíritu sencillo, que lo único que quiere es disfrutar, filosofar y en suma tontear en sus horas de trabajo o cuando debiera estar dedicado al estudio en esta hermosa ciudad que estamos construyendo juntos.
Sé que suena a Alanazo, pero es la verdad. La verdad de la milanesa es que como muchos soy floja para cumplir mis sueños, pero sus koments, su presencia, francamente me motivan a no dejar de escribir.
Si no fuera por cada uno de ustedes y de sus koments, yo no hubiera tenido la fuerza de combatir la pereza, el miedo, el sabotaje. Esto incluye a los komentaristas Malaleche. Pero ya se pasan de la raya, y no me parece correkto que el Kojudópólitan Amigo entre a su ciudad y la encuentre peor que Nápoles bajo el dominio de la Mafia, es decir, bajo cerros de basura.
Vamos a ver cómo nos va así. Si nos acostumbramos, chvr y quedamos así. Si no, volvemos al formato anterior y recordamos que los cyberhígados ya habían sido nombrados Maskotas Oficiales de Kojudópolis. Me gusta el ritmo que tiene poner un koment y verlo allí al toke. Pero sobre todo me gusta que esta sea una ciudad utópica, una ciudad de gente amigable.
Komo les digo, vamos a ver si nos acostumbramos.
Abrazos entonces, excelentísimos Kojudopólitans. En este año nuevo, en mi kalidad de Alkaldesa Webera, os nombro a todos embajadores de Kojudópolis en el Mundo, Ministros de cultura y Despelote, Asesores de Cervecismo, Consultores en el abnegado Campo del Desarrollo Juergueril, en lo que les provoque, escojan ustedes su título de Máximo Webeo Oficial.
Y sigamos jugando. En nuestra pequeña cyberciudad que va buscando su kamino mientras crece. Poquito a poco. Entre gente que tal vez no opina igual. Pero que sabe respetar a los demás y a sí misma.
Y que ama el webeo inocente.
Y la metáfora.
Y la risa.
Y la protesta.
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Abrazos,
y gracias por estar aquí.